Internacional — Tras años denunciando la caza de ballenas interponiéndose entre los arpones y esta especie en peligro de extinción, Greenpeace considera histórica la decisión del Gobierno japonés de revisar la financiación de sus proyectos. Una de estas revisiones implica las subvenciones al programa “científico” que justifica la caza de ballenas en el Santuario de la Antártida, prohibida desde 1986.
El Comité de Revisión del Gasto Público ha recomendado que la Overseas Fisheries Cooperation Fund (OFCF) deje de financiar a partir de 2010 al Instituto de Investigación de Cetáceos (ICR, en sus siglas en inglés), centro que realiza el supuesto programa “científico” de caza de ballenas.
La OFCF asegura que necesita 70,4 billones de yenes (53,8 millones de euros) para varios programas que desarrollaría en 2010. Según la organización ecologista, es muy probable que uno de esos programas sea el dedicado a las ballenas. El Comité de Revisión y la oficina del Gabinete Ministerial de Japón decidirán si esos proyectos son actualmente “necesarios” o deberían ser eliminados. Si las ayudas para la caza de ballenas son revocadas es muy probable que la ICR detenga la caza de ballenas
Quedan menos de 24 horas para que el presidente de los EEUU, Barack Obama, llegue a Tokio para reunirse con el nuevo Primer Ministro Yukio Hatoyama. La caza de ballenas ya estaba incluida como tema a tratar en la agenda de ambos jefes de Estado.
“El primer Ministro Hatoyama tiene una oportunidad única para demostrar que cumple sus promesas electorales erradicando el gasto del Gobierno al acabar con esta actividad controvertida, corrupta y despilfarradora” ha afirmado Celia Ojeda, responsable de la campaña Océanos de Greenpeace España. “Pedimos al presidente Barack Obama que apoye al primer Ministro japonés y, al mismo tiempo que mantiene sus promesas electorales, le ayude a acabar con la caza de ballenas de la Antártida”.
Asimismo, Greenpeace recuerda que las recomendaciones del Comité refuerzan las afirmaciones de Junichi Sato y Toru Suzuki, activistas de la organización ecologista, que se encuentran en la actualidad esperando a ser juzgados por exponer la corrupción del programa ballenero y el gasto del dinero de los contribuyentes
Greenpeace denuncia la caza de ballenas desde hace más de 30 años. La campaña consiguió su principal logro cuando, en 1986, se declaró una moratoria internacional a la caza de ballenas. Desde entonces se ha trabajado para que el Gobierno japonés deje de abusar de una laguna jurídica en la moratoria que permitía la caza de ballenas con fines científicos.
Más información en:
http://www.greenpeace.org/tokyo-two
Investigación de Greenpeace “Japan's stolen whale meat scandal”:
http://www.greenpeace.org/international/press/reports/whale-meat-scandal-dossier
Whale Meat Scandal Part Two “The Cover Up”:
http://www.greenpeace.or.jp/press/releases/attached/dossier2-web.pdf
Resumen de cómo podría acabar el programa "científico" de caza de ballenas japonés con una revisión de los gastos:
http://www.greenpeace.org/japan-expenditure-review-whaling
Notas:
Promovido por el nuevo Primer Ministro Yukio Hatoyama, el Comité de Revisión ha recomendado que se cancelen las subvenciones de la Overseas Fishery Cooperation Foundation (OFCF) después de 2010. Durante la semana del 24 de noviembre también se revisarán los fondos del programa de ayudas del Ministerio de Asuntos Exteriores, que se emplea para la compra de votos en la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
Declaración del Departamento de Estado de los EEUU sobre la caza de ballenas: “los EEUU se comprometen a impulsar la conservación y la gestión global de las poblaciones de ballenas a través de políticas científicas y del liderazgo en la Comisión Ballenera Internacional (CBI). Los EEUU continúan considerando la moratoria a la caza comercial de ballenas como una medida de conservación necesaria y es de la opinión de que la caza científica letal no es necesaria en la gestión de la conservación de ballenas hoy en día”.
En abril de 2008 Greenpeace comenzó una investigación a partir de las declaraciones de un informador, a través de la cual se destapó el mayor escándalo de corrupción del Gobierno japonés con el programa de caza de ballenas del Santuario Ballenero Antártico, financiado con los impuestos japoneses. Siguiendo esta información, Junichi Sato y Toru Suzuki interceptaron una caja con carne de ballena, procedente de la supuesta caza “científica”, y la presentaron como evidencia en los tribunales japoneses para demostrar la existencia de corrupción en el programa de caza de ballenas. Esta investigación se detuvo el 20 de junio de 2008, el mismo día en el que Sato y Suzuki fueron arrestados y retenidos durante 26 días antes de ser acusados de robo y allanamiento.
Hace 14 años
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